martes, 23 de noviembre de 2010

El nivel de pensamiento

Suena el despertador a las siete de la mañana y aunque haya dormido ocho horas completas, los ojos se me cierran como si hubiese dormido solo dos.
Desde que vivo en Inglaterra, levantarme temprano no ha sido una tarea fácil, incluso cuando vivía a tan solo tres minutos en autobus de la Universidad; este país me da sueño, pero no porque me fastidie, sino porque se duerme sabroso.

Al trabajo siempre llego tarde, pero tuve la suerte de toparme con unos ingleses que no creen en eso del “horario inglés”. La oficina queda en la Universidad, en una colina aislada, dentro del Centro de Desarrollo Tecnológico. Creo que el único requisito para tener una empresa ahí es que te dediques a algo inusual, nada común y de otro nivel de pensamiento, como lo dice el pequeño afiche enmarcado al lado del baño, con el que me encuentro todas las mañanas al subir las escaleras. Unas palabras tan sencillas, que me han hecho entender o al menos aceptar muchas posturas y opiniones diferentes a las mías. Lo dijo uno de los genios más grandes de la historia, aquel que se aburría en la escuela y que hoy me deja una de sus sabias reflexiones: “Los problemas no pueden ser resueltos por el mismo nivel de pensamiento que los creó” Albert Einstein.
¡Gracias Albert! Siempre había pensado algo parecido, pero tú lo expresaste de la mejor forma posible.
Ahora me tomo la osadía de interpretar tus palabras y de enfocarlas de acuerdo a mi reflexión:

El nivel de pensamiento no es solo poseer conocimientos, es también tener las ganas y luego el valor de usarlos.
En el mundo, en general, sabemos que hay personas con diferentes clases sociales, niveles económicos y de poder; ésto no implica necesariamente que las de clase más alta tengan mayor nivel de pensamiento o viceversa.
Un alto nivel de pensamiento requiere ser en parte un buen actor o actriz, es decir, requiere involucrarse en una situación determinada, a tal punto, de vivirla como una realidad propia. Para esto se requiere mucha atención y observación de todo lo que nos rodea; también se requiere tolerancia y respeto. Tener un alto nivel de pensamiento exige ser un perseguidor de soluciones, antes que de causas y culpables.
Es necesario estar seguro de sí mismo, saber quién eres, de dónde vienes y a dónde vas, para no caer en provocaciones, en las provocaciones de las personas de inferior nivel de pensamiento, aquellos que padecen de la “muerte reversible” y que su corazón late por mera funcionalidad del cuerpo que habitan.

En mi país hay diversos niveles de pensamiento y en un núcleo familiar tan pequeño como el mío también. Lo importante, es que si tú eres uno de esos individuos con un alto nivel de pensamiento, tengas las ganas y el valor de usarlo.
Seguramente no aumentarás el nivel de pensamiento de otros, ya que particularmente creo que eso es una decisión que depende de cada persona, pero garantizarás un mundo mejor para todos los que estamos y los que vienen. Y tranquilo, habrá gente que no reconocerá tus esfuerzos, que tratará de tumbarte, de hacerte a un lado y de hacerte sentir chiquitico, pero siempre recuerda que tú tienes otro nivel de pensamiento y que no necesitas desmostrarle nada a nadie, sino a ti mismo.

“Las inteligencias poco capaces se interesan en lo extraordinario; las inteligencias poderosas en las cosas ordinarias”.

Elbert Hubbard

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