lunes, 28 de marzo de 2011

La voz del silencio

Durante años, mucho es lo que ha escuchado el silencio. Ha sido testigo de miedos, incertidumbre, amor, pensamientos, nostalgia, indecisión, muerte…El silencio siempre está ahí, acompañando al ser humano en el laberinto de sus pensamientos, siendo un huésped eterno de historias no contadas, de secretos guardados.

El silencio sabe lo que pasa y de antemano lo que va a pasar; sabe cuándo inesperadamente va a ser interrumpido por una lágrima o por un grito de alegría. El silencio sabe que no es querido por muchos, porque cuando llega, para muchos es sinónimo de soledad. Pero, ¿alguna vez te haz preguntado si algo intenta decir el silencio? ¿Si ese fondo sin sonido, es la frecuencia con la que puedes conectar contigo mismo?

El silencio no es mudo, como suelen decir; él solo tiene una forma distinta de expresarse, que no necesita de oídos, sino de un corazón dispuesto a escuchar a una mente. No es mudo el silencio, hay que cambiar de frecuencia para entenderlo.

Cuando las luces se apagan, el silencio hace ruído de paz…