miércoles, 17 de noviembre de 2010

El baile ciego del loco

“Quiero este, este, este y este, en talla 10 por favor” Dijo él con una expresión muy amable en el rostro. Sus drelos dorados me recordaron mucho a uno de mis “primitos de Maracay”.
Me llamó la atención, que los pares de zapatos eran prácticamente iguales, pero de distintas marcas; un par era Puma, dos eran Nike y el último Gola..Sí, Gola, yo tampoco había escuchado esa marca en mi vida.

El se sienta y con mucho cuidado comienza a probarse el primer par de zapatos. Se prueba el zapato izquierdo, se para y comienza a inclinarse hacia delante, hacia atrás y hacia los lados con el pie donde tiene puesto el zapato. Yo lo observo al principio y pienso: ¡este pana está loco!. Saca el segundo zapato, un Nike, se lo prueba y vuelve a “bailar”; nunca se mira al espejo y para mi es muy cómico verlo probarse los zapatos. Va con el tercero; el “baile” ésta vez es más agitado, se lo quita rápido y finalmente se prueba el último, el de marca Gola. Vuelve a “bailar”, pero ésta vez tarda más tiempo, hasta que termina y con la misma sonrisa amable me dice: me llevo este. Sí, el par de zapatos que para mi era el más ordinario, sencillo y sin gracia; pero el par que lo hizo sentir cómodo, que mejor lo acompañó en su danza.

Un evento tan sencillo, me hizo reflexionar acerca de eso que dicen por ahí: “No juzgues por lo que ves”. Y es que me pasa mucho, estoy segura que a la mayoría de la gente también; benditos aquellos que pueden escoger el zapato sin verse en el espejo, ¡como los envidio!, pero una envidia sana…no se preocupen; porque yo hubiese escogido el Puma o uno de los dos Nike, solo por lo que dicen ser.

A veces vamos por la vida catalogando a las personas, como yo lo hice con él y como yo hubiese escogido el par de zapatos, solo porque es más bonito, porque es más reconocido, pero no porque nos hace sentir bien. Muchas veces también juzgamos a las personas por lo que alguien dijo de ellas, sin confirmar por nosotros mismos si lo que se dijo es verdad o lógico, al menos para nosotros.

La próxima vez que me pruebe un par de zapatos, que conozca a una persona, trataré de bailar como aquel loco, para sentir, en vez de ver; para ser ciega y juzgar bien.


loco, ca
4. Que siente un gran deseo, interés o entusiasmo

“Pronto se arrepiente el que juzga apresuradamente.”
Publio Siro

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